Un encuentro multisectorial poco usual en estos tiempos se llevó a cabo durante los 22 meses que duro el proyecto Marcos de análisis para la resiliencia en Guatemala el cual culminó con la presentación del libro Resiliencia y construcción de paz | Marcos de análisis para la resiliencia en Guatemala
Este libro, presentado públicamente el 10 de marzo, recoge la perspectiva de la sociedad guatemalteca sobre los mecanismos por medio de los cuales las personas enfrentan situaciones conflictivas. Los hallazgos plasmados en esta publicación, se basan en una consulta realizada con aproximadamente 150 actores clave de la sociedad en 11 departamentos del país (Guatemala, Quiché, Totonicapán, San Marcos, Huhuetenango, Jalapa, Zacapa, Izabal, Alta Verapaz, Petén y Escuintla) y con 6 sectores sociales: mujeres, indígena, jóvenes, privado, político (partidos políticos) y organizaciones en resistencia. En ese contexto, Interpeace implementó el proyecto Marcos de Análisis para Resiliencia en Guatemala, con el objetivo de identificar y fomentar las capacidades de resiliencia existentes en la sociedad guatemalteca para la transformación de los conflictos de forma no violenta.
Adicionalmente, se realizó una encuesta con el apoyo de la Iniciativa Humanitaria de la Universidad de Harvard en los 22 departamentos del país con una muestra de aproximadamente 4,000 encuestados. Esta información sirvió de insumo para un proceso de diálogo multisectorial que involucró a diferentes sectores de la sociedad: políticos, representantes de sociedad civil, empresarios y expertos a título personal quienes definieron las áreas temáticas que agrupan diversas situaciones ante las cuales la sociedad es resiliente: resiliencia a la inseguridad y la violencia, resiliencia a los conflictos socio ambientales y el tema de corrupción del sistema político y su precariedad institucional.
Durante la presentación pública del libro, la mesa ponente estuvo conformada por representantes de varios sectores con influencia política y social en Guatemala, entre ellos: Rokael Cardona Comisionado de dialogo y descentralización y Norman Martínez, subsecretario de resolución de conflictos de la Secretaría de Asuntos Agrarios como parte del sector estatal; Eduardo Aguirre, Gerente de relaciones interinstitucionales de Cementos Progreso como parte del sector privado y Helmer Velásquez, Director Ejecutivo de la coordinación de ONG y cooperativas de Guatemala –Congecoop- como parte de los participantes del sector social. Cada uno tuvo un momento para expresar el sentir y opiniones del sector del cual son representativos así como sobre su experiencia en este proceso de diálogo.
Asistentes a la presentación del libro
Norman Martínez resaltó la voluntad de la iniciativa privada, con quienes han sostenido pláticas, en las que se han dado cuenta que deben cambiar el paradigma de trabajar de manera aislada cada sector, puntualizó la necesidad de llevar a cabo la práctica de unir esfuerzos para llegar a acuerdos que trasciendan y transformen los conflictos de la población guatemalteca. "Hemos trabajado en las mesas sectoriales porque vemos que los problemas no sólo una institución los pueden resolver. Por lo tanto trabajar junto a empresarios nos acerca a lograr consensos y en este libro se reflejan propuestas para poder ir tomando decisiones. Desde mi experiencia en la Secretaría de Asuntos Agrarios les puedo decir que se atienden más de 1,500 conflictos de tierras y disputa de derechos y para esto necesitamos trabajar conjuntamente, sino no se puede llegar a acuerdos reales”, afirmó Norman Martínez.
Por su lado Eduardo Aguirre señaló el gran valor científico e investigativo que tiene el libro Resiliencia y construcción de paz: Marcos de análisis para la resiliencia en Guatemala. Mencionó que uno de los mayores logros de este proceso es la mesa multisectorial convocada. “¿Hace cuánto tiempo no veían sentados en un mismo proyecto a varios sectores del país para ponerse de acuerdo en hacer propuestas? Es importante notar que en este país es posible hacer cosas si empezamos a aceptar que hemos cometido errores y que no se trata de ver quién es el que tiene más fuerza en un pulso, sino de ver cómo nos organizamos para sacarlo adelante”, puntualizó.
Aguirre expresó también que como sector se han visto en la necesidad de cambiar la cultura empresarial y aprender a pedir perdón cuando ha sido necesario, pero también rescatar el valor que tiene pedir permiso, ya que esto redibujó la situación de sus inversiones.
Helmer Velásquez hizo énfasis en que es necesario romper la vi-
sión estrecha de que a mayor conflictividad menor inversión, “esta es una ecuación equivocada y estrecha de analizar el conflicto para buscarle soluciones, es situarlo en una pequeña arista, obviamente de poderes muy importantes. Hay que romper esa visión del conflicto porque es absolutamente clave. A los sectores políticos, democráticos, populares y sociales nos preocupa mucho como el conflicto ha ido minando nuestra capacidad como sociedad de impulsar el de
Helmer Velásquez, Director Ejecutivo de la coordinación de ONG y cooperativas de Guatemala –Congecoop-
sarrollo económico y social en este país. Desde la dimensión política vemos una escasa inversión pública para el tema agrario, esto desde nuestro juicio es el saldo negativo de cuadros políticos corruptos y una decadencia democrática”, refirió.
Velásquez añadió que el Estado maneja el conflicto pretendiendo silenciarlo, solaparlo y reprimirlo para que no lo vea la comunidad internacional, ya que la salida no es ésta sino el debate y el diálogo tal y como lo propició este proceso.
Rokael Cardona, Comisionado de dialogo y descentralización.
En representación del Vicepresidente de la República Jafeth Cabrera asistió Rokael Cardona, Comisionado de dialogo y descentralización, quien afirmó que desde el Gobierno están creando distintos espacios de diálogo, pero enfatizó en que hay que tener paciencia y saber escuchar a los distintos actores. “Valoramos este espacio de Interpeace, queremos darle seguimiento a esta propuesta que es una de las más innovadoras, ya que tiene reunidos a sectores tan importantes del país como el social, privado y gobierno. El esfuerzo del Gobierno tiene que ser en reconocer la fragilidad del Estado, siendo esta una oportunidad política para la modernización del Estado y para su descentralización política y territorial”, expresó Cardona.
Capacidades de resiliencia existentes en la sociedad
Ana Glenda Tager, Directora Regional para Interpeace Latinoamérica.
Ana Glenda Tager, Directora Regional para Interpeace Latinoamérica en su intervención explicó que este fue un proceso que se implementó en tres países de manera simultánea: Timor Oriental, Liberia y Guatemala y estuvo apoyado por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional. Hizo referencia al debate a nivel internacional sobre el concepto de resiliencia y en cómo poder aplicarlo para la construcción de la paz. “El problema es que este concepto ha sido definido desde la academia o desde la perspectiva de la comunidad internacional pero no desde la visión de los actores locales. Lo que este proyecto hizo en estos tres países fue recoger la perspectiva de los actores sobre el tema de resiliencia. Lo primero que nos encontramos es que muchos no sabían lo que significaba la palabra. La mayoría conocía el término desde la perspectiva psicológica o relacionado con desastres naturales. Cuando se profundizó en el análisis a nivel local empezamos a encontrar una serie de capacidades existentes en la sociedad guatemalteca que ya se utilizan para poder hacer frente a los diferentes conflictos”, afirmó.
Mariel Aguilar, Coordinadora del Programa Guatemala en Interpeace y Directora del proceso Resiliencia y construcción de paz expuso las diferentes fases del mismo: exploración, consulta, investigación acción participativa, encuesta y análisis cuantitativo e incidencia diálogo con diversos actores representativos de sectores de la sociedad guatemalteca, orientado a explorar los mecanismos de resiliencia que permiten a las personas, grupos, comunidades y a la ciudadanía en general enfrentar aquellas situaciones enfrentar aquellas situaciones que les impiden realizar su vida en términos de bienestar y satisfacción, o aquellas situaciones que se presentan como conflictos o conflictividad social.
Mariel Aguilar, Directora de País para Interpeace dirige unas palabras a la audiencia.
“Este proceso, denominado Resiliencia y Construcción de Paz, ha tenido como propósito fundamental estimular en los participantes la reflexión, el análisis y el debate sobre las posibilidades que plantea la perspectiva de la resiliencia en la transformación de los conflictos por medios no violentos Para alcanzar estos objetivos, Interpeace facilitó espacios de encuentro y diálogo entre los participantes. Al incorporar su voz, se busca estimular una amplia participación de los actores involucrados en las problemáticas abordadas. La apropiación del proceso es base fundamental para la legitimidad y sostenibilidad necesarias en la consolidación de la Paz. Por medio de la adaptación de la metodología de Investigación-Acción Participativa, se ponen en práctica los principios y valores fundamentales de Interpeace, tales como la amplia participación multisectorial y el diálogo como herramienta para la búsqueda de soluciones apropiada por los participantes del proceso”, puntualizó.
Otto Argueta, Oficial de Aprendizaje Institucional de Interpeace, presentó los hallazgos más importantes de la encuesta realizada por Interpeace en conjunto con la Iniciativa Humanitaria de la Universidad de Harvard. La encuesta permitió evidenciar rasgos de la sociedad guatemalteca que son de importancia para el análisis de las capacidades de resiliencia de la población, sus diferencias regionales y la su relación respecto de variables etarias, de género, étnica e ingreso económico. Se destacó que la confianza interpersonal y hacia las instituciones públicas depende de la proximidad de las mismas con las personas. Adicionalmente, la participación social varía en relación de la formalidad o informalidad de las formas de participación.
Otto Argueta, Oficial de Aprendizaje Institucional de Interpeace presenta algunos hallazgos de la publicación.
“Las reacciones más mencionadas por la población ante los problemas de violencia, inseguridad y diversos conflictos sociales se destacan el miedo, el encierro y el silencio. Esto en términos de resiliencia nos da una importante información para tratar de entender cuál es la naturaleza de la reacción, así como las capacidades y potencialidades e incluso el riesgo que implican. Así mismo, existe una disyuntiva entre expectativas versus realidades: para la mayoría de encuestados se percibe al Estado como la fuente de sus problemas, sin embargo, la expectativa de solución a los problemas se deposita igualmente en el Estado”, compartió Argueta.
Las palabras de cierre estuvieron a cargo de la ex viceministra de Energía y Minas y consultora independiente Licenciada Ivanova Ancheta y del Subsecretario de cooperación internacional en Segeplan Víctor Ayala.
Ancheta hizo hincapié en que el estudio de este libro describe una perspectiva del sentido de resiliencia de las personas, sus acciones, aspiraciones y prioridades. “Es aquí donde cobra importancia la propuesta de abordaje de cómo se afronta esta realidad. Tengo la convicción de que el aporte que hemos hecho este grupo con la excelente metodología, mediación y trabajo metodológico del equipo de Interpeace ha generado un excelente resultado recopilado en parte por este libro por lo que hago votos para que no solo se quede en un análisis teórico de la realidad nacional y la problemática que vivimos, sino que sea una propuesta que encuentre eco en las instituciones públicas y privadas”.
Víctor Ayala en su participación recordó que como cultura tenemos a la violencia como parte de nuestra herencia histórica y en ese sentido “debemos deconstruir la imagen que tenemos del otro de pensar que es nuestro enemigo solo porque no piensa igual que nosotros. Todos tenemos derecho a disentir y el hecho de que se opine diferente no implica que seamos enemigos” puntualizó.
El cambio de enfoque que supone la perspectiva de resiliencia –que significa no sólo considerar los déficits o problemas, sino tomar en cuenta las capacidades que individuos, grupos, familias, comunidades e instituciones poseen, y las diferentes relaciones que establecen– ofrece nuevas posibilidades para abordar los retos a la construcción de la paz. En Guatemala, el proceso Resiliencia y construcción de paz demostró su apropiación desde el momento en que un grupo de actores representativos de los diferentes sectores decidió continuar el esfuerzo pese a la finalización del proyecto que le dio origen y buscar la sostenibilidad e implementación de sus propuestas a través de la acción cohesionada del grupo de participantes. Es así como la resiliencia pasó de ser un concepto lejano y difuso a ser un proceso de transformación social impulsado por un grupo que encontró, en la acción colectiva, su mejor capacidad resiliente.
Entre los asistentes estuvieron representantes de sociedad civil y comunidad internacional.