La participación de las mujeres es necesaria para el logro de sociedades equitativas

 

En Interpeace creemos firmemente que la garantía de los derechos de hombres y mujeres es determinante para la construcción de la paz, por ello, nos unimos a la celebración mundial este 8 de marzo Día Internacional de la mujer, con el objetivo de rendir un homenaje a las activistas que durante décadas han luchado por la igualdad, la justicia y la paz.

Uno de los principales retos en América Latina es la construcción de relaciones pacíficas entre hombres y mujeres, ya que prevalecen relaciones sustentadas en la violencia, desigualdad y dominación. En 2016 un total de 1.831 mujeres de 16 países de la región fueron víctimas de femicidio o feminicidio según cifras del observatorio de género de la Comisión Económica para américa Latina y el Caribe (CEPAL). En Honduras la tasa de feminicidios en 2016 fue de 10.2 por cada 100.000 mujeres, equivalente a 466 al año; y, en El Salvador, la tasa de feminicidios fue aún mayor con 11.2 por cada 100.000 mujeres.

En Colombia la Policía Nacional registró en el país 940 casos de feminicidios, siendo la violencia intrafamiliar una de las principales causas. A pesar de que la violencia sigue presentando altos niveles en la mayoría de los países de la región, ha habido avances en el desarrollo de leyes que garantizan los derechos de las mujeres y su participación política ha ido aumentando.

En Interpeace, apoyamos el fortalecimiento de las capacidades sociales que son la base para la construcción de paz en una sociedad. Y en esta medida, entendemos que la participación de las mujeres es necesaria para el logro de sociedades equitativas. Por ello, estamos comprometidos con el desarrollo de iniciativas que permitan la reducción de la violencia de género y el empoderamiento de las mujeres como agentes de cambio de su sociedad.

Este día internacional de la mujer, exhortamos a que sea una oportunidad para que reflexionemos como sociedad en la búsqueda de la igualdad de condiciones para las mujeres como requisito fundamental para la transformación de nuestras sociedades.

Presentación pública y conversatorio sobre el fotorreportaje: Barras bravas en Honduras: una familia frente a una “sociedad caníbal”

En el marco del proyecto “Periodismo, juventud y deporte por la paz en Honduras” se realizó la presentación pública y conversatorio sobre el fotorreportaje: Barras deportivas en Honduras: una familia frente a una “sociedad caníbal” realizado por Alberto Pradilla, periodista de Plaza Pública y con fotos de Simonne Dalmasso y de Rodrigo Abd, The Assossiated Press. Los comentarios al reportaje fueron realizados por Jennifer Ávila, Directora de Contra Corriente; Melbin Cervellón, Líder Nacional de la barra Ultra Fiel y Jairo Martínez, Líder Nacional de la barra Revolucionarios.

El fotorreportaje es el producto de un trabajo colaborativo entre Interpeace y Plaza Pública con el apoyo financiero de Free Press Unlimited y fue realizado de forma participativa con miembros de ambas barras. El fotorreportaje fue un trabajo de inmersión en todos los ambientes donde conviven los barristas, desde los escenarios deportivos, los preparativos previos a un encuentro y las dinámicas alrededor de los juegos, como al interior de las familias.

Desde el año 2016, Interpeace ha implementado ha apoyado los esfuerzos de ambas barras por reducir la estigmatización y criminalización que sobre ellas se ha creado en los medios de comunicación dominante y que repercute en una mayor exclusión y marginalización de la juventud. El trabajo de Interpeace se ha concentrado en la formación capacidades periodísticas en jóvenes barristas para que sean ellos quienes cuenten su propia historia a través de redes sociales y otros medios de comunicación.

Vea el fotorreportaje aquí

Durante el conversatorio se debatió sobre la necesidad de que los medios de comunicación profundicen en la realidad en que viven los jóvenes barristas para entender y comunicar su situación sin recurrir a la estigmatización y crimnalización de los grupos. Al mismo tiempo, se reflexionó sobre la tendencia que hay de retratar solo los hechos violentos en que los jóvenes se ven involucrados lo que invisibiliza el potencial transformador que éstos tienen y los esfuerzos que las barras hacen para reducir la violencia y prevenirla. Finalmente, se enfatizó en la necesidad de hacer conciencia que la violencia es un problema de todos en la sociedad por lo que se necesita una mayor participación de todas las instituciones públicas, sociedad civil y organizaciones internacionales para apoyar los esfuerzos de la juventud para construir una sociedad pacífica.

Mira Chowdhury, representante de Free Press Unlimited, reflexionó sobre la contribución que organizaciones internacionales hacen para apoyar los esfuerzos de la juventud hondureña y Jennifer Ávila, Directora de Contra corriente, subrayó la responsabilidad que tienen los medios de comunicación para evidenciar las raíces de las problemáticas de violencia y no únicamente los sucesos diarios. Los líderes de las barras Revolucionarios y Ultra Fiel mencionaron la importancia de que los periodistas se acerquen a las barras para que se conozca su realidad, no se estigmatice a sus miembros y se contribuya a una mejor coordinación con las instituciones púbicas para prevenir la violencia y mejorar la situación social y económica de miles de sus miembros.

La construcción de paz inicia con el diálogo en las comunidades

En el marco del trabajo que viene desarrollando Interpeace con la Unidad Policial para la Edificación de la Paz, UNIPEP, se realizó una visita a uno de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación con el fin de dialogar con la comunidad y conocer más a fondo los desafíos que enfrenta la implementación de los acuerdos de paz.

Modelo de Construcción de Paz de la Policía Nacional

Después de más de cinco décadas de conflicto, el 24 de noviembre de 2016, se logró la firma de los acuerdos entre el Gobierno Colombiano y las FARC- EP suceso que marca el inicio de una nueva era para una población que ha sido víctima de la violencia en múltiples facetas.

Para definir el rol de la Policía Nacional en la implementación de los Acuerdos de paz, la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (Unipep), facilitó la elaboración del Modelo de Construcción de Paz de la Policía Nacional donde se identificaron las responsabilidades de la institución y las acciones frente a cada uno de los seis puntos del Acuerdo Final. Interpeace y Alianza para la Paz apoyaron técnicamente este proceso con el apoyo de la Embajada de Suiza, del Reino de los Países Bajos y de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Este proyecto denominado “Ruta estratégica de Construcción de Paz para la Policía Nacional de Colombia” inició con un proceso participativo de consulta dentro de la institución, el cual dio como resultado, la definición del Modelo y su plan operativo que garantizan el aporte de la policía a la implementación del acuerdo final de paz. El modelo busca desarrollar las capacidades para la construcción de paz y la transformación pacífica de conflictos, así como la coordinación de este tipo de acciones con el sector defensa y con otras instituciones del estado, responsables de la implementación de los acuerdos.

Diálogo con la comunidad

Como parte de las acciones del proyecto Interpeace acompañó a la Policía Nacional y a otras instituciones gubernamentales en unos ejercicios de diálogo y participación que han venido desarrollando con las comunidades que conviven alrededor de las zonas campamentarias, ahora denominadas Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación.

Interpeace fue partícipe de la visita que la Policía Nacional, en compañía de representantes del DNP, fuerzas militares, Gobernación departamental, Alcaldía, Misión de Verificación de la ONU, y otras autoridades, realizaron a la zona campamentaria denominada “El Gallo” la cual se encuentra ubicada en el departamento de Córdoba;  Dicha visita tuvo como objetivo el acercamiento a los líderes comunitarios representantes de las veredas y cabildos para que dieran a conocer su perspectiva con relación a sus necesidades y a los desafíos que enfrentan en materia de seguridad. El resultado de este ejercicio de participación permitió la definición de prioridades por parte de las autoridades del estado, así como la definición de acciones puntuales a desarrollar por sus representantes locales.

Peace Talks de Ginebra 2017 - Construyendo Puentes en el Día Internacional de la Paz

¡Celebra con nosotros el Día Internacional de la Paz en los Peace Talks de Ginebra que se celebrarán el 21 de septiembre!

Organizado bajo el tema Building Bridges, el evento tiene como objetivo fomentar y promover la ruptura de los silos y trabajar juntos para comprender y generar soluciones en estos tiempos, dónde la incertidumbre es tan común. A través de historias personales, los oponentes compartirán experiencias reales e ideas para inspirar a la gente a iniciar una discusión sobre cómo todos y cada uno de nosotros podemos llegar a jugar un papel importante para la construcción de puentes.

Los ponentes ofrecerán conversaciones dinámicas e inspiradoras de ocho minutos sobre cómo están trabajando para promover sociedades más pacíficas, tanto en Ginebra como en el extranjero, ellos son:

 

Lea las biografías completas de los ponentes aquí.

 

El evento será organizado conjuntamente con Achim Wennmann, Coordinador Ejecutivo de Geneva Peacebuilding Platform y Viviane Brunne, Oficial de Asuntos Políticos de la ONUG.

 

Si no está en Ginebra, regístrese para ver la transmisión en vivo aquí.

 

Acerca de las conversaciones de paz en Ginebra

 

Los Geneva Peace Talks son un evento público organizado conjuntamente con la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, Interpeace y Geneva Peacebuilding Platform para celebrar el Día Internacional de la Paz.

Peace Talks es una plataforma que reúne a diversas personas de diferentes orígenes y sectores para compartir sus historias personales, ideas y buenas prácticas en favor de la paz y la transformación de conflictos. La visión de Peace Talks es expandir el espacio de diálogo sobre la transformación de conflictos, y hacer que la paz sea más accesible y comprensible. Tiene el objetivo de inspirar a las personas a desempeñar un papel más activo en la construcción de la paz.

Sobre la base del éxito de los anteriores cuatro eventos peacetalks de Ginebra, se realizará la quinta edición de dicho evento el próximo 21 de septiembre de 2017, organizado bajo el tema "Construyendo puentes". La edición de este año se lleva a cabo en asocio con el Centro para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas de Ginebra y los Global Shapers Community en Ginebra. El evento es posible gracias al generoso apoyo de la Confederación Suiza, la República y el Estado de Ginebra, la Ciudad de Ginebra y el Banco Mirabaud. 

El rol de los jóvenes en la Construcción de Paz

 

Los jóvenes constituyen uno de los grupos poblacionales más numerosos del mundo, lo que los convierte en la población con mayor posibilidad de impulsar grandes transformaciones sociales. Alrededor de 1.8 billones de personas en el mundo están entre los 15 y los 24 años, edades que son determinantes para el desarrollo físico, intelectual y emocional de los seres humanos.

Los jóvenes, a su vez, representan un recurso humano importante dentro de la sociedad ya que actúan como agentes de cambio social, desarrollo económico y progreso. Por ello, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 12 de agosto el Día Internacional de la Juventud, a través del cual se evidencia la necesidad de formular medidas y políticas que los amparen y aborden las problemáticas que enfrentan. Educación, salud, empleo, pobreza, delincuencia, participación, recreación, entre otras, son las prioridades que estableció la Asamblea General de la ONU para tomar acciones que mejoren la situación de los jóvenes a nivel mundial.

Conflictos políticos, económicos y sociales alrededor del mundo, hacen que los jóvenes estén permanentemente expuestos a ambientes de violencia y peligro. En muchos casos, se les acusa de ser la causa de estas problemáticas, sin reconocer que son parte de un problema mayor. La economía ilegal, el crimen organizado, la actividad de pandillas y otras formas de violencia son únicamente la consecuencia de una serie de factores sociales y estructurales más profundos, entre ellos la pobreza, la falta de oportunidades, la marginalidad, precariedad social, la desigualdad y la fragilidad institucional.

Las iniciativas y aportes de los jóvenes en la construcción de paz, ha hecho que Interpeace, siguiendo su mandato, identifique y apoye el fortalecimiento de sus capacidades con el fin de proveer en ellos no solo nuevas oportunidades de desarrollo, sino en otros casos, cambiar la percepción y reducir la estigmatización que hay sobre ellos. Es allí donde se evidencia importancia del papel que desempeñan los jóvenes en la prevención y solución de los conflictos.

En países como El Salvador, que tienen un alto índice de violencia y homicidios a nivel mundial, Interpeace en asocio con la Alcaldía Nueva Concepción Chalatenango y el apoyo financiero de la Unión Europea, desarrollan el proyecto “Iniciativas integrales de prevención de la violencia en El Salvador”, el cual pretende contribuir a la reducción de violencia a través de la generación de oportunidades donde los jóvenes desarrollen proyectos de emprendimiento grupales y así evitar que se involucren en las dinámicas de ilegalidad para suplir sus necesidades.

Por otro lado, en Honduras, los jóvenes forman parte de las barras deportivas, se han convertido en víctimas de la estigmatización y la criminalización. Las barras se han comparado con las pandillas callejeras en Centroamérica, cuando esencialmente son clubes deportivos que apoyan a un equipo de fútbol local. Por esto, en asocio con Free Press Unlimited y los medios de comunicación: El Faro, Plaza Pública y Nómada, Interpeace está implementando el proyecto “Periodismo, Juventud y deporte por la paz”. El cual tiene como objetivo reducir los efectos negativos de la estigmatización y criminalización que sufren los jóvenes barristas, en particular derivadas de la información divulgada por los medios de comunicación y las instituciones de gobierno, a través de capacitaciones y apoyo técnico para que desarrollen sus propios medios de comunicación digital, en donde ellos sean productores y protagonistas de nuevas narrativas que incidan positivamente en medios comunicación, líderes de opinión, políticos, sociedad civil y sector privado. Se busca que sean ellos mismos, desde el interior de sus barras, influyan en la sociedad hondureña para cambiar las percepciones que se tiene de ellos, reducir la estigmatización y, a su vez, la violencia.

Por esto, en la celebración del Día Internacional de la Juventud, Interpeace quiere evidenciar la importancia de la participación de los jóvenes como agentes de cambio en la sociedad. Además, reconocer y motivar a quienes en la actualidad trabajan por mejorar sus condiciones, para que continúen su labor en pro del beneficio de las generaciones futuras.

Transformación de conflictos para el tratamiento de la violencia en el deporte

Para Interpeace, la construcción de paz requiere del compromiso de los distintos grupos y actores que conforman una sociedad de forma que se renuncie al uso de la violencia en la resolución de los problemas y conflictos inherentes a la vida social y política. Más que trabajar con los distintos actores y grupos por separado, Interpeace busca, a través del diálogo y el fortalecimiento de los lazos de confianza, acortar la distancia que los separa y fomentar el desarrollo de estrategias operativas que les permitan abordar colaborativamente los retos que enfrentan.

En el marco del proyecto “Periodismo, Juventud y deporte por la paz” se ha venido trabajando con jóvenes de las barras deportivas de Honduras, Ultrafiel y Revolucionarios para generar lazos de confianza entre sí que permitan un abordaje de los conflictos de manera transformativa.  Esto se realiza por medio de talleres de formación en los que se les trasladan habilidades periodísticas que les permita producir nuevas narrativas para influir a todos sus miembros así como a la sociedad hondureña en su conjunto con mensajes en contra de la violencia. Con ello, se pretende establecer canales de comunicación entre los distintos niveles sociales para comprender mejor y de manera conjunta el fenómeno de la violencia, sus causas y contribuir con ello en la transformación de la percepción que tiene el público de la juventud.

Con el apoyo de Free Press Unlimited y la Fundación Heinrich Böll Stiftung se desarrolló el taller: "Transformación de conflictos para el tratamiento de la violencia en el deporte" dirigido a un grupo de 40 jefes de operaciones, comandantes y directores de distintas unidades de la Policía Nacional.

Dicho evento contó con la participación de Subcomisionado Héctor Hugo Sánchez, Director DAIC; líderes de las barras, Jairo Martínez, integrante de Revolucionarios y Melbin Cervellón intregrante de La Ultra Fiel; Hans-Georg Janze director la Fundación Heinrich Böll Stiftung; León Van Den Boogerd y Mira Chowdhury de Free Press Unlimited; Renée Lariviere, subdirectora general de Interpeace; Ana Glenda Tager, Directora Regional de Interpeace Latinoamérica; Otto Argueta, Coordinador Regional de Programas de Interpeace en Latinoamerica, Leyla Díaz, oficial de proyecto de Interpeace en Honduras y Marco Antonio Leonor Ramos, coordinador técnico del proyecto de Interpeace en El Salvador, quien apoyó a desarrollar el taller con metodologias lúdicas que permitieron trasladar de manera vivencial técnicas de prevención de violencia y transformación de conflictos.

Además, se generó un espacio de debate donde los panelistas César Enrique Castro Fagoaga de la Revista Factum de El Salvador y Juan Luis Font de la Revista Con Criterio de Guatemala intercambiaron experiencias sobre el tratamiento periodístico de la violencia relacionada con el deporte.

Experiencias cómo estas evidencian la importancia de generar espacios de diálogo dónde miembros de la policía escuchen la voz, los contextos y la historia de los jóvenes inmersos en ciclos de violencia para desarrollar estrategias que se adapten a sus entornos, ya que solo así es posible prevenir la violencia y construir paz a largo plazo.

Modelo de Construcción de Paz: La apuesta de la Policía Nacional de Colombia frente a los Acuerdos de Paz

En abril de 2016, la Policía Nacional de Colombia creó la Unidad Policial para la Edificación de la Paz, Unipep, con el objetivo de definir el camino que la institución debía recorrer para contribuir al nuevo escenario posconflicto. Esta apuesta visionaria, tuvo lugar aún cuando los acuerdos no estaban cerca de ser firmados de manera definitiva. Desde ese momento inició el trabajo colaborativo entre la Unipep, Interpeace y Alianza para la Paz que, con el apoyo de la Embajada de Suiza y del Reino de los Países Bajos, que dio lugar al Modelo de Construcción de Paz de la Policía Nacional.

El Modelo de Construcción de Paz es el resultado de un proceso de consulta amplia y participativa en todos los niveles y territorios de la policía en donde se identificaron las responsabilidades de la institución frente a cada uno de los seis puntos del Acuerdo Final de Paz. Sobre esa base, y conscientes de que la Policía es una institución clave en un escenario de posonflicto, se definieron las pautas que la institución debía implementar para garantizar el cumplimiento de las responsabilidades de la Policía frente al Acuerdo Final de Paz y su contribución en la construcción de una paz firme y duradera. El Modelo cuenta con un Plan de Implementación que contiene 26 proyectos, 22 acciones y 12 recomendaciones y será desplegado tanto a nivel institucional de la Policía, como en el sector defensa (fuerzas militares) y con otras instituciones del Estado vinculadas a la implementación del Acuerdo Final de Paz.

El miércoles 3 de mayo de 2017, en el marco del proyecto "Ruta estratégica de Construcción de Paz para la Policía Nacional de Colombia" implementado en conjunto con Interpeace y Alianza para la Paz, la Unipep presentó públicamente el balance de su primer año de gestión lo que incluyó la presentación institucional del Modelo de Construcción de Paz de la Policía Nacional de Colombia.

Este evento fue presidido por el Mayor General Jorge Hernando Nieto Rojas, Director de la Policía Nacional de Colombia, y contó con la asistencia de diferentes representantes y comisionados de ministerios, altas cortes, cuerpo diplomático acreditado en Colombia, delegaciones de universidades, entidades públicas y privadas, entre otros invitados.

Interpeace en Colombia

Construir la Paz en el contexto Colombiano, donde se ha puesto fin a uno de los conflictos armados internos más largos del mundo, supone para la Policía Nacional el reto de transformarse en una institución garante de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas y, sobre todo, para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz como lo refiere el Artículo 218 de la Constitución Política de Colombia.

Desde una perspectiva de construcción de paz, la firma de un acuerdo que pone fin al conflicto es solo el primer paso del largo proceso de construir la paz estable y duradera. Por esta razón, para Interpeace y Alianza para la Paz el apoyo a la Policía Nacional de Colombia adquiere un valor estratégico en el inmediato posconflicto, y en el largo plazo, para garantizar la no repetición de la violencia armada así como para reducir los efectos del surgimiento de nuevas formas de violencia y criminalidad tanto en las ciudades como en los territorios.

El Modelo de Construcción de Paz de la Policía Nacional sienta las bases para un proceso de transformación de largo plazo orientado a adaptar la institución a los nuevos retos que conlleva el escenario del posconflicto . De ahí que, una vez institucionalizado el Modelo, Interpeace y Alianza para la Paz acompañarán a la Unipep en el reto de monitorear y evaluar la efectiva implementación de los proyectos, acciones y recomendaciones de dicho modelo. Esto implica también el apoyo técnico para el despliegue en el Sector Defensa e Interinstucional durante la puesta en marcha del Modelo de Construcción de Paz.

Los legados de un largo conflicto armado y las condiciones sociales que permiten el surgimiento de nuevas formas de violencia requieren de múltiples esfuerzos institucionales y sociales. Para la Policía, su labor de construcción de paz no se limita al escenario posconflicto ya que su responsabilidad radica en reducir la violencia generada por todas las expresiones del conflicto social. Por esa razón, es trascendental que la Policía Nacional de Colombia haya adoptado, como parte de sus políticas institucionales, la transformación pacífica de conflictos incluida en el Modelo de Construcción de Paz como el camino para consolidar su aporte a una sociedad con seguridad y convivencia en paz.

 

 

¿Cómo puede el periodismo contribuir a la paz?

La libertad de expresión y el libre acceso a la información no es sólo un derecho humano, es una parte esencial de la democracia. El derecho de expresar nuestras opiniones y tener acceso a información imparcial, nos permite auditar el poder, fortalecer el ejercicio de la ciudadanía y fomentar la cohesión social. Todos los años, el 3 de mayo, celebramos el Día Mundial de la Libertad de Prensa, conmemorando el derecho a la libertad de expresión a través de cualquier medio de comunicación, defendiendo a los periodistas de los ataques a su independencia. A partir de nuestra experiencia en contextos vulnerables de todo el mundo, el periodismo ético e independiente tiene el poder de reducir la exclusión, ayudar a prevenir la violencia y contribuir a fomentar y posibilitar la paz.

Por lo tanto, además de informar, el periodismo puede dar forma y difundir valores, reducir tensiones, contrarrestar los discursos de odio, ayudar a las personas a cuestionar ideas establecidas y reflexionar sobre temas relevantes. Por otra parte, la forma en que se distribuye cierta información también puede contribuir a agravar el conflicto, proporcionando información que es manipulada por los que están en el poder, y en lugar de revelar la verdad, se utiliza con fines de propaganda. En este sentido, el periodismo y los medios de comunicación en gran medida moldean e impactan a las sociedades, desempeñando un papel clave en las transformaciones sociales y políticas de todo el mundo, pero también pueden alimentar estigmas y estereotipos que contribuyen a fomentar ciclos de violencia y conflicto.

Si entendemos la paz como un proceso para transformar el conflicto, debemos considerar que esto no es posible sin acceso a información independiente. Por lo tanto, se ha puesto mucho interés en los retos a los que se enfrentan los periodistas en las regiones afectadas por la violencia y el conflicto y en el papel que pueden desempeñar para construir y promover la paz. La UNESCO considera que el derecho a la libertad de prensa y la libertad de información son fundamentales para la democracia, el diálogo y el desarrollo. Además, considera estos derechos como precondiciones para proteger y promover todos los demás derechos humanos.

Periodismo ético

Precisión, independencia, objetividad y responsabilidad son algunos de los principios más importantes del periodismo responsable. En consecuencia, el periodismo debe ser riguroso en su deber de proporcionar hechos relevantes, asegurando que no interfieran los intereses de élites políticas y económicas, y retracten conscientemente el contexto de cada historia. Si la práctica del periodismo no se adhiere a estos principios, puede arriesgarse a contar sólo un lado de la historia sin considerar los complejos y numerosos factores sociales, económicos, culturales y políticos que aportan al conflicto, y por lo tanto, pueden contribuir a criminalizar y estigmatizar a los grupos más vulnerables.

Con más de 20 años de experiencia trabajando en construcción de paz en todo el mundo, Interpeace ha reconocido el poder del periodismo y los medios de comunicación para reconstruir los lazos de confianza y comprensión mutua en contextos vulnerables, ya que ha ayudado a desmantelar prejuicios a través del conocimiento. La información es poder y si los periodistas se adhieren a estrictos códigos de conducta, la posibilidad de generar transformaciones positivas en las sociedades es incalculable.

El papel del periodismo en la prevención de la violencia

El periodismo que contribuye a la paz, se centra en tratar de humanizar a todas las víctimas de un conflicto y mostrar la complejidad que existe detrás de situaciones violentas. En este sentido, los periodistas no presentan el sufrimiento ni la pérdida, sino que se centran en ofrecer información relevante de los hechos. En Centroamérica han surgido periódicos digitales independientes que ayudan a los ciudadanos a auditar al poder sus gobernantes y contribuyen a crear conciencia sobre realidades delicadas y complejas en la región. Sin embargo, la forma en que ciertos fenómenos sociales se han explicado en los medios de comunicación tradicionales ha contribuido en algunos casos a exacerbar los conflictos sociales. Explicar la violencia de una manera simplista, generalizar y difundir información sin indagar sobre los aspectos que lo provocan, ha afectado principalmente a los jóvenes en riesgo, que ya sufren de marginación y exclusión.

En 2011, en el marco de la Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad Centroamericana, promovida por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), tuvo lugar en Guatemala el primer foro regional de medios sobre "Medios de comunicación, Seguridad Democrática y Prevención de la Violencia", organizado por la Oficina Regional de Interpeace para América Latina. Los periodistas que representan a cada país de Centroamérica dialogaron con representantes de la sociedad civil. A través de una discusión abierta, reflexionaron sobre la influencia que los medios de comunicación tienen en la definición y representación de la violencia en la región y el impacto que tiene el periodismo en la construcción de las percepciones de la gente sobre la realidad.

Como seguimiento a ese foro en 2013, Interpeace, el Programa Centroamericano de Control de Armas Pequeñas y Ligeras (CASAC / SG-SICA), el periódico digital Plaza Pública y la Cooperación Austriaca para el Desarrollo (CAD), organizaron un taller regional denominado "El papel del periodismo en la prevención de la violencia ". A través de este taller, periodistas, representantes de la sociedad civil, el gobierno y la comunidad internacional desarrollaron conjuntamente una agenda estratégica para fomentar la práctica del periodismo para promover la paz en la región. Haciendo hincapié en cómo el periodismo puede ayudar a romper los estigmas sociales y conceptos erróneos, transmitiendo historias que son sensibles al dolor de las víctimas, sensibles a los derechos humanos de los perpetradores y conocedores del profundo impacto de sus palabras y declaraciones sobre la población.

Cambiando narrativas

En Honduras, los jóvenes forman parte de las barras deportivas, se han convertido en víctimas de la estigmatización y la criminalización. Las barras se han comparado con las pandillas callejeras en Centroamérica, cuando esencialmente son clubes deportivos que apoyan a un equipo de fútbol local. Sin embargo, debido a que Honduras carece de los mecanismos institucionales y sociales capaces de reducir los factores de riesgo que favorecen la violencia, la rivalidad natural que comienza entre los aficionados de los equipos opuestos ha trascendido el espacio físico del estadio y se ha convertido en un serio problema social. Esto se ve agravado por el hecho de que el fútbol es una de las actividades en Honduras que recibe una atención considerable de los medios de comunicación. De esta manera, los jóvenes miembros de barras están permanentemente en el ojo público, asociados menos con el deporte y más con la violencia general perpetrada en las calles.

Como parte de los esfuerzos por profundizar el trabajo iniciado con “Protagonismo juvenil en Honduras: barras deportivas por la paz”, a partir de noviembre de 2016, en asocio con Free Press Unlimited y los medios de comunicación: El Faro, Plaza Pública y Nómada, Interpeace comienza a implementar “Periodismo, Juventud y deporte por la paz”. En Honduras, los medios de comunicación dedican gran parte de su tiempo y espacio a la divulgación de mensajes negativos acerca de las barras deportivas, lo cual genera gran estigmatización hacia los seguidores de los equipos de fútbol: pertenecer a una barra deportiva, en estos contextos, es sinónimo de criminalidad y violencia. La consecuencia que esto produce son mayores niveles exclusión que, a su vez, contribuye a los ciclos de violencia.

Para contrarrestar lo anterior, el proyecto tiene como objetivo reducir los efectos negativos de la estigmatización y criminalización que sufren los jóvenes barristas, en particular derivadas de la información divulgada por los medios de comunicación y las instituciones de gobierno. Se busca que sean ellos mismos, desde el interior de sus barras, quienes influyan en la sociedad hondureña para cambiar las percepciones que se tiene de ellos, reducir la estigmatización y, a su vez, la violencia.

El proyecto provee de capacitaciones y apoyo técnico para que los jóvenes barristas desarrollen sus propios medios de comunicación digital, en donde ellos sean productores y protagonistas de nuevas narrativas que incidan positivamente en medios comunicación, líderes de opinión, políticos, sociedad civil y sector privado. Con ello, se pretende establecer canales de comunicación entre los distintos niveles de la sociedad para comprender mejor y de manera conjunta el fenómeno de la violencia, sus causas y contribuir con ello en la transformación de la percepción que tiene el público de la juventud marginalizada.

Allí radica la importancia del diálogo, ya que escuchar la voz, la dimensión humana y la historia de los jóvenes inmersos en ciclos de violencia es un paso esencial en la construcción de la paz.

Interpeace comparte experiencias en el I Foro Mundial sobre las Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz

"La única solución que nosotros encontramos es el diálogo con los grupos vinculados a las dinámicas de violencia, como el mecanismo para transformar las ciudades". Con esta frase Ana Glenda Tager, Directora de Interpeace para Latinoamérica concluyó su intervención en el I Foro Mundial sobre las Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz, que se llevó a cabo ente el 19 y 21 de abril, en Madrid.

Este evento surgió como una iniciativa de las alcaldesas de Madrid y París, Manuela Carmena y Anne Hidalgo, y tenía como objetivo reflexionar junto a los jóvenes acerca los retos que tienen las ciudades para convertirse en lugares de paz y convivencia. Además, pretendía conocer, visibilizar, compartir aquellas experiencias, muchas veces desconocidas por su incidencia territorial pequeña, pero que han demostrado valor a la hora abordar la violencia urbana en alguna de sus facetas.

La metodología del evento, buscaba traspasar los formatos tradicionales, por lo cual, no solamente hubo plenarias de grupo, sino a su vez, creó espacios paralelos de discusión entre los participantes, a través de mesas de diálogo y talleres de temas relacionados con la paz. En estos espacios Interpeace también participó con el Taller “Enfrentando la violencia y la exclusión: la Barras en Centroamérica”, en el cual Melbin Cervellón, líder de una de las barras deportivas más grandes de Honduras, contó su experiencia en las capacitaciones de periodismo desarrolladas en el marco del proyecto “Periodismo, juventud y deporte por la paz”.

Con una asistencia total de 3.500 personas, procedentes de 70 países, y alrededor de 350 experiencias, el foro exhortaba a los gobiernos nacionales a estrechar la colaboración con los entes locales de forma que se pudiera supervisar y cumplir los tratados internacionales, las leyes y demás mecanismos que garanticen el cumplimiento de los derechos humanos y que ayuden a prevenir las violencias urbanas.

Además, alentar y fomentar iniciativas que den respuesta a las distintas caras que la violencia muestra en los núcleos urbanos y que se visibilizaron en las distintas mesas y plenarias del encuentro. Siempre desde una óptica que quiere alejarse del enfoque simplista de la “persecución y el castigo” y persigue ahondar en las causas. Como lo refería la Directora de Interpeace: “se debe escuchar y entender la lógica, el lenguaje y los significados que los jóvenes le dan al hecho de pertenecer a una Barra deportiva, que no es necesariamente la recurrencia a la violencia, sino sentirse parte de una familia”.

El deporte, una herramienta para la paz

El deporte no se limita a la práctica de una actividad física, en cambio es un espacio recreativo donde se fomenta un estilo de vida saludable, a través del desarrollo físico y mental de las personas. Es un lugar donde confluyen individuos que pueden desarrollar habilidades sociales, fortalecer valores y adaptarse a reglas. Lo anterior convierte al deporte en una herramienta eficaz para la promoción de la paz y el desarrollo.

Es por esto que la Asamblea General de las Naciones Unidas establece el 6 de abril como el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, con el objetivo de reconocer la importancia de promover una sociedad pacífica y estilos de vida sanos que relacionen el deporte con la cultura y la educación y la protección de la dignidad humana sin discriminación alguna.

Al mismo tiempo, la capacidad de convocatoria masiva del deporte lo convierte en un fenómeno social, y el contexto en donde este se desarrolla, es determinante para definir los comportamientos que adquieren sus seguidores, en especial cuando se trata de la juventud. En ese sentido, será el contexto el que defina si un espectáculo deportivo contribuye a la paz o la violencia.

El fútbol, un fenómeno global

El fútbol es el deporte que convoca el mayor número de personas alrededor del mundo, y es practicado en más de 270 países. Lo masivo de su convocatoria (de la cual se derivan, además de los aficionados y jugadores, grandes inversiones privadas, intereses políticos y un complejo entramado de relaciones entre distintos niveles de la sociedad) hace que no se limite estrictamente al ámbito de lo deportivo y se convierta en un fenómeno social. Sin embargo, el lugar que el fútbol ocupa y los impactos que produce dependen del contexto social general y del contenido que la propia sociedad le confiere.

En torno al fútbol los aficionados se organizan en barras deportivas que tienen como objetivo seguir y alentar a su equipo. Las barras son un lugar de encuentro de los seguidores, donde además de representar su gusto por un equipo de fútbol, ellos encuentran identidad, fraternidad y compañerismo. Pero estos sentimientos, llevados al extremo, pueden hacer que la pasión, euforia e incondicionalidad se convierta en vandalismo.

El vandalismo relacionado con el fútbol ha sido un fenómeno recurrente alrededor del mundo. Por ejemplo, en Europa, desde 1960 comienzan a surgir las primeras manifestaciones de vandalismo entre los seguidores de equipos de fútbol en especial en países como Inglaterra, Italia, Holanda, Alemania y España. Otros países de Latinoamérica como Argentina, México, Colombia, Honduras y El Salvador, también han experimentado estas expresiones violentas en torno al deporte.

No obstante, en sociedades en donde existen mecanismos institucionales y sociales capaces de reducir los factores de riesgo que favorecen la violencia, esta violencia incipiente relacionada con el fútbol, pueden nacer y morir en el espacio físico del estadio, por el contrario, en sociedades donde no existen dichos mecanismos, aquella violencia que comenzó por la natural rivalidad entre los seguidores de dos equipos de fútbol, puede trascender los límites del estadio y convertirse en un problema social.

Este es el caso de Honduras, uno de los países más pobres de América Latina y, al mismo tiempo, uno de los más violentos del mundo de acuerdo al número de homicidios registrados anualmente. La permanente debilidad de las instituciones públicas hondureñas es el resultado de un histórico desinterés por parte de sus élites económicas y políticas por contar con un Estado que garantizara un orden social favorable al desarrollo, la democracia y el crecimiento económico. Toda la sociedad está inmersa en estas problemáticas y debe convivir con ello, pero sin duda la juventud es una de las principales víctimas.

En ese contexto de fragilidad institucional, desigualdad, altos índices de pobreza, corrupción e impunidad, el fútbol, es un evento que despierta la ilusión y esperanza de la sociedad hondureña. El fútbol es una pausa de 90 minutos de felicidad en medio de décadas de anomia.

Barras deportivas en Honduras

Las barras deportivas en Honduras son grupos de jóvenes aficionados a un equipo local de fútbol que transitaron de la rivalidad natural entre sus equipos a enfrentamientos violentos en las calles. La violencia entre las barras evolucionó de peleas y golpes en los estadios a abiertos enfrentamientos armados en sus comunidades. Además, las propias características del contexto social y los niveles de organización que fueron adquiriendo, los condujeron a asumir roles de protección social de sus miembros. Entre las barras deportivas más populares se encuentran la “Ultra Fiel”, del Club Olimpia; los “Revolucionarios”, del Club Motagua; la “Mega Barra”, del Club Real España y la “Furia Verde”, del Club Maratón. Ser miembro de una barra en Honduras es un asunto de identidad, forma de vida y búsqueda de espacios de cohesión que, de otra manera, no es posible encontrar.

En un contexto de marginalidad y exclusión, las agrupaciones juveniles (pandillas, maras, barras deportivas y escolares, grupos de rock u otras formas de agrupación juvenil) representan un mecanismo de cohesión, identidad y solidaridad que se fortalece y radicaliza debido, por un lado, a la excesiva violencia ejercida por otras formas de asociación e integración social (escuela y familia) y, por otro, a la acción represiva de agentes del Estado (policía).

Las barras se integran mayoritariamente por jóvenes provenientes de barrios y comunidades pobres y marginales en donde la falta de servicios públicos básicos, como educación, salud y recreación, se combinan con altos niveles de desempleo y migración. Estos son entornos sociales en donde la violencia forma parte estructural de las relaciones sociales, ya sea a nivel intrafamiliar e individual o bien como estrategia para la generación de ingresos a través de actividades ilícitas. Este contexto se agrava debido a los efectos producidos por el narcotráfico, el tráfico de armas y de personas.

Barras por la paz

Con el apoyo de la Fundación Berghof, en 2014 Interpeace implementó “Protagonismo juvenil en Honduras: barras deportivas por la paz”. El proyecto contribuyó a construir una percepción positiva de las barras como actores relevantes para la construcción de la paz en Honduras. Para alcanzar este objetivo, se implementó un programa de formación en temas como transformación de conflictos, cultura de paz y mediación con jóvenes integrantes de ambas barras, con el objetivo de que los jóvenes participantes contaran con las herramientas necesarias para convertirse en agentes de cambio a favor de la no violencia y la paz en el país.

En 2016, en asocio con Free Press Unlimited y los medios de comunicación: El Faro, Plaza Pública y Nómada, Interpeace comienza a implementar “Periodismo, Juventud y deporte por la paz”. En Honduras, los medios de comunicación dedican gran parte de su tiempo y espacio a la divulgación de mensajes negativos acerca de las barras deportivas, lo cual genera gran estigmatización hacia los seguidores de los equipos de fútbol: pertenecer a una barra deportiva, en estos contextos, es sinónimo de criminalidad y violencia. La consecuencia que esto produce son mayores niveles exclusión que, a su vez, contribuye a los ciclos de violencia.

Para contrarrestar lo anterior, el proyecto tiene como objetivo reducir los efectos negativos de la estigmatización y criminalización que sufren los jóvenes barristas, en particular derivadas de la información divulgada por los medios de comunicación y las instituciones de gobierno. Se busca que sean ellos mismos, desde el interior de sus barras, quienes influyan en la sociedad hondureña para cambiar las percepciones que se tiene de ellos, reducir la estigmatización y, a su vez, la violencia.

El proyecto provee de capacitaciones y apoyo técnico para que los jóvenes barristas desarrollen sus propios medios de comunicación digital, en donde ellos sean productores y protagonistas de nuevas narrativas que incidan positivamente en medios comunicación, líderes de opinión, políticos, sociedad civil y sector privado. Con ello, se pretende establecer canales de comunicación entre los distintos niveles de la sociedad para comprender mejor y de manera conjunta el fenómeno de la violencia, sus causas y contribuir con ello en la transformación de la percepción que tiene el público de la juventud marginalizada.

"Cuando algo malo pasa, los medios siempre dicen que son las barras, pero nunca cuentan las cosas buenas que hacemos día a día"

"La credibilidad para contar las cosas es el principal valor que debemos preservar para reducir la estigmatización que hay sobre la barra"

Según percepciones y experiencias que los propios participantes del proyecto han transmitido, es muy importante reconocer cuán necesario es para los jóvenes contar con una fuente de identidad. En ese sentido, el deporte puede ser motivo de inspiración para la juventud, portador de valores positivos como la tolerancia a la diferencia, el compañerismo, el trabajo en equipo, la capacidad de verse, en su relación con los otros, ya no como enemigos, sino tan solo como rivales.

Ello permitirá que se concreten las palabras del exsecretario general de las naciones unidas Ban Ki-moon: "El deporte promueve la salud y el bienestar. Fomenta la tolerancia, la comprensión mutua y la paz. … Faculta, inspira y une."

Gobierno participa en el proyecto de creación de emprendimientos 

El Gobierno de El Salvador participa en las acciones del proyecto ejecutado por Interpeace en este país, brindando apoyo político y capacitaciones técnicas a los jóvenes para el desarrollo de sus emprendimientos productivos. Asimismo, se acordó la formación en temas de cultura de paz para sensibilizar a funcionarios de policía, asignados a los municipios beneficiarios del proyecto.

Visita asesor del Viceministro de Agricultura y Ganadería Créditos: Interpeace

Hasta el momento se han involucrado directamente con el proyecto los Ministerios de Gobernación y Desarrollo Territorial, Justicia y Seguridad Pública, Agricultura y Ganadería; y Trabajo y Previsión Social. El Ministerio de Gobernación y Desarrollo Territorial, ha colaborado desde el inicio del proyecto ya que conjuntamente se definieron los municipios que iban a participar en el proyecto. Además, ha apoyado la visibilización y convocatoria de las municipalidades, para la gestión del mismo. Lo anterior, por la relación en conformidad que tiene el proyecto con el Plan El Salvador Seguro -PESS- y el trabajo en materia de prevención que se plantea.

Por su parte, el Ministerio de Justicia y Seguridad, también en el marco del PESS, está coordinando el desarrollo de acciones de formación a la Policía Nacional Civil en temas de cultura de paz, con la finalidad de sensibilizarlos en métodos alternativos de transformación de conflictos, para que de esta forma puedan interactuar con la población sin actitudes represivas. El Ministerio de Agricultura y Ganadería inició la implementación de los procesos de capacitación y acompañamiento técnico de los emprendimientos definidos por los jóvenes. Por último, el Ministerio de Trabajo, brinda la capacitación para la elaboración de los planes de negocios de los emprendimientos de forma que puedan ejecutarse correctamente y logren los resultados que los jóvenes proyectaron.

 

La interacción entre actores sociales es decisiva para la construcción de paz

Con el apoyo financiero de la Unión Europea, Interpeace implementa el proyecto Iniciativas integrales de prevención de violencia en El Salvador, el cual se desarrolla en 10 municipios con altos índices de violencia homicida. El proyecto, tiene como objetivo generar oportunidades productivas para los jóvenes con el fin de favorecer el emprendimiento local a través de acciones que tengan como resultado la reducción del riesgo social al que están expuestos por convivir en contextos de violencia y criminalidad.

Para Interpeace, la construcción de la paz solo es posible mediante la interacción entre los distintos niveles que componen una sociedad, es por esto que, el proyecto impulsa procesos participativos en tres niveles: comunidad, autoridades locales y Gobierno Nacional. A nivel comunitario, se brindan oportunidades a jóvenes en alto riesgo social apoyando el desarrollo de emprendimientos; a nivel de las autoridades locales, el proyecto está desarrollando participativamente un modelo de prevención de violencia con enfoque de cultura de paz, desde el reconocimiento de que la coordinación intermunicipal es esencial para multiplicar el impacto de sus acciones. A nivel del Gobierno Nacional, el proyecto reconoce la importancia del relacionamiento entre lo local y lo nacional en la generación de acciones conjuntas en favor de la prevención, por medio de sus distintas dependencias y de acuerdo a sus respectivos mandatos.

 

La capacitación como herramienta de cambio

Capacitación en Zacatecoluca. Créditos: Interpeace

En la primera etapa del proyecto, los jóvenes fueron capacitados en trasformación de conflictos, prevención de violencia y cultura de paz. , A continuación estructuraron las propuestas de emprendimiento las cuales han venido perfeccionando para poder dar inicio a la capacitación técnica dónde se formalizarán los planes de negocio.

Como muestra del compromiso adquirido por el Gobierno Nacional, ha habido reuniones con representantes de los ministerios con el fin de coordinar las acciones a desarrollar dentro del proyecto y los alcances de cada colaboración. Además, se convino la firma de cartas de entendimiento donde se plasman los pormenores de cada colaboración, tanto con las Municipalidades, como con el Gobierno Nacional.

En municipios como Zacatecoluca, San Vicente, Ilopango, Quezaltepeque y Nueva Concepción, donde Interpeace vine desarrollando el proyecto, se contó con la visita de Juan Barrera Salinas, el asesor de despacho del viceministro de Agricultura y Ganadería (MAG) junto con el equipo técnico quienes eran los responsables de la coordinación de los procesos de capacitación técnica.

En esta oportunidad, los jóvenes expusieron sus proyectos de emprendimiento, aclararon inquietudes y, por otro lado, el equipo del ministerio interactuó con ellos de forma que se evidenciara la necesidad de continuar apoyando proyectos que generen oportunidades productivas y laborales para mejorar las condiciones de vida y la disminución de los factores de riesgo a los que está expuesta esta población.

Algunos municipios ya han iniciado las capacitaciones técnicas en temas como Procesamiento de Lácteos, Cultivo de Hortalizas, Procesamiento de Camote y Crianza de Pollos. En este proceso, los jóvenes han desarrollado, no sólo sus capacidades técnicas, sino también han contado con asesorías en temas de la normatividad que requieren implementar en cada uno de sus emprendimientos. Paralelamente a las capacitaciones, Interpeace continúa generando acercamientos con otros actores de la sociedad para involucrar a más instituciones en procesos de prevención la violencia y edificación de una Cultura de Paz.

Periodismo, juventud y deporte por la paz en Honduras

Honduras es uno de los países más pobres de América Latina y, al mismo tiempo, uno de los más violentos del mundo de acuerdo al número de homicidios registrados anualmente. En ese contexto de fragilidad institucional, desigualdad, altos índices de pobreza, corrupción e impunidad, existe sin embargo un evento que despierta la ilusión y esperanza de la sociedad hondureña: el fútbol. Para la sociedad hondureña, el fútbol es una pausa de 90 minutos de felicidad en medio de décadas de anomia.

En sociedades en donde no existen mecanismos institucionales y sociales para la transformación de conflictos, aquella violencia que comienza por la natural rivalidad entre dos equipos de futbol, puede trascender los límites del estadio y convertirse en un problema social.

Honduras barras por la paz 2

Estadio en Honduras. Crédito: Interpeace

Ejemplo de ello es la violencia relacionada con las barras deportivas en Honduras. Estos grupos de jóvenes aficionados a un equipo local de fútbol, víctimas a su vez de exclusión social y falta de oportunidades, y que han cifrado sus esperanzas e identidad en torno al apoyo que le brindan a uno u otro equipo, transitaron de la rivalidad natural entre sus equipos a enfrentamientos violentos en las calles. La violencia entre las barras evolucionó de peleas y golpes en los estadios a abiertos enfrentamientos armados que se trasladaron al seno de sus propias comunidades.

En contextos como el hondureño, las agrupaciones juveniles (pandillas, maras, barras deportivas y escolares, grupos de rock u otras formas de agrupación juvenil) representan un mecanismo de cohesión, identidad y solidaridad que se fortalece y radicaliza debido, por un lado, a la excesiva violencia ejercida por otras formas de asociación e integración social (escuela y familia) y, por otro, a la acción represiva de agentes del Estado (policía).

Interpeace y las barras deportivas en Honduras

En febrero de 2014, Interpeace inició el proyecto “Protagonismo juvenil en Honduras: barras deportivas por la paz” con apoyo de la Fundación Berghof. A través de este proyecto, Interpeace trabajó en el fortalecimiento de las capacidades de los líderes de las dos principales barras en el país, la Ultra Fiel y la Revolucionarios, para abordar conflictos en formas no violentas y creativas. Adicionalmente, Interpeace contribuyó a construir una percepción positiva de las barras como actores relevantes para la construcción de la paz en Honduras. Para alcanzar este objetivo, Interpeace implementó un programa de formación en temas relacionados con transformación de conflictos, cultura de paz y mediación con jóvenes integrantes de ambas barras en Tegucigalpa, San Pedro Sula, la Ceiba y Choluteca, con el objetivo de que los jóvenes participantes contaran con las herramientas necesarias para convertirse en agentes de cambio a favor de la no violencia y la paz en el país.

Honduras barras por la paz 3

Miembros de las barras en Honduras. Crédito: Interpeace

 Periodismo, juventud y deporte por la paz en Honduras

En Honduras, los jóvenes barristas han sido víctimas de estigmatización y criminalización por pertenecer a la barra. Ello se agrava por el hecho de que el futbol es una de las actividades en el país a la que se le presta mayor atención mediática. De modo que los barristas se encuentran permanentemente en el ojo público, aunque se les asocie menos con el deporte y más con la violencia.

Como parte de los esfuerzos por profundizar el trabajo iniciado con “Protagonismo juvenil en Honduras: barras deportivas por la paz”, a partir de noviembre de 2016, Interpeace ha comenzado el proyecto “Periodismo, juventud y deporte por la paz en Honduras”. En alianza con Free Press Unlimited y el diario digital centroamericano El Faro, el objetivo del proyecto es contribuir a la transformación no violenta de conflictos  a través del cambio de percepciones y la reducción de la estigmatización de los jóvenes en Honduras.

El proyecto “Periodismo, juventud y deporte por la paz” buscará contribuir a que jóvenes integrantes de las principales barras deportivas hondureñas se conviertan en agentes de cambio a favor de la no violencia y la paz en el país. Además, el proyecto persigue estrechar lazos entre las barras deportiva y la prensa hondureña para favorecer narrativas alternativas, que se enfoquen en la comprensión de las causas de la violencia y contribuir a cambiar de manera positiva la percepción que el público tiene de la juventud marginalizada. Escuchar la voz, la dimensión humana, el relato de los jóvenes inmersos en ciclos de violencia, es un paso imprescindible para la construcción de la paz en Honduras.

Honduras barras por la paz 1

Estadio en Honduras. Crédito: Interpeace

es_ESSpanish